De la construcción y la proyección en la historia de Aldosivi, a la visión de futuro. Ahora debe acompañar Mar del Plata.
por Vito Amalfitano
@vitomundial
Ya volvió. Ahora debe quedarse. Ya se cayó y se levantó. Ahora tiene que mantenerse erguido. Le cantaron a volver cuando todavía la desazón hervía, con la herida caliente. Y volvió más rápido que tarde, y fortalecido, ahora como campeón.
Está bien darse tiempo para festejar. Pero el futuro es hoy. Y Aldosivi se permite la licencia para soñar en grande. Porque se soñó en grande en su historia y es grande su presente.
Los pioneros le pusieron Aldosiwi en la fundación, por las dos primeras letras de los nombres de los ingenieros de la empresa constructora del Puerto: Allard, Doulfus, Sillard y Wiriott. Construcción y proyección desde el origen. Después tesón y persistencia tana. En las canchas y fuera de ellas.
En los tiempos contemporáneos, con los Salerno-Valastro-Moscuzza para decidirse a representar a Mar del Plata siempre. Desde lo regional a lo nacional.
En la “refundación” que pensó Alberto Valastro fue el presidente Carlos Melara quien se animó a soñar con que alguna vez Aldosivi juegue la Copa Libertadores. Hoy Leandro Somoza, un multicampeón del fútbol argentino que vino por más gloria a Aldosivi, le dice a LA CAPITAL que hay que ir por una plaza en la Copa Sudamericana.
José Moscuzza nos recordó ayer, emocionado, el primer camión de tierra que hizo tirar en el predio que hoy es modelo para los clubes del país, tal como lo dijo hace poco el presidente de River, Rodolfo D’Onofrio. Construcción y proyección. Las obras, y el fútbol. También el Proyección Juvenil del propio Valastro, y más acá en el tiempo Iñiguez, un producto del club, para meterse con prepotencia en el área contraria en la final.
Maxi Velázquez venía de jugar nada menos que una final de Libertadores. Lo sedujo el sueño del “A Volver” y hoy es el capitán del campeón.
Soñadores, precursores, tesoneros, hambre de gloria de los que llegan de afuera. Y visión de futuro. La que tiene que tener Mar del Plata, para asumir que esta vez Aldosivi volvió, pero que ahora debe quedarse.